Los 4 mejores spots en ríos del planeta

En otras ocasiones, ya os hemos mostrado rankings de los mejores spots del mundo para surfear o de algún país en concreto, como por ejemplo Tailandia. En todos estos casos, siempre hemos hablado de olas que se forman en el mar, pero ¿y lo ríos ?¿Alguien ha pensado en la posibilidad de surcar los ríos sobre una tabla?

Pue sí, de hecho ya son muchos los surfistas que han decidido lanzarse a la aventura y conquistar las aguas de ríos tan conocidos como el Amazonas en Brasil. Hoy os vamos a contar dónde se encuentran los spots de río más impresionantes del mundo. Prepara el pasaporte y la tabla de surf porque nos vamos de viaje. ¡Allá vamos!

Silver Dragon (China) 

En la bahía de Hangzhou Bay, en China, se produce un Macareo, un fenómeno físico que ocurre durante las mareas en desembocaduras en el mar de un río de gran anchura y profundidad. Básicamente, cuando la marea entra por la boca de la bahía en dirección al río Qiantang, situado en la provincia de Zhejiang en la China Oriental, se produce una única ola que asciende el afluente. Este destino alberga los macareos más grandes del mundo, una marejada más conocida como “Silver Dragon”. La ola originada con estas mareas puede alcanzar los 9 metros de altura, una auténtica locura teniendo en cuenta que estamos hablando de un río. Además, puede llegar a una velocidad de 40 kilómetros por hora.
El puerto ubicado cerca de la ciudad de Hangzhou, se ha convertido en un lugar de parada obligatoria para miles de turistas que quieren ver de primera mano al “Silver Dragon”.

En noviembre del 2013, Red Bull organizó aquí la primera competición de surf en un río, la Qiantang Shoot Out.

Bono (Indonesia) 

El río Kampar, en Sumatra (Indonesia), es conocido por ser uno de los destinos de surf más visitados durante los últimos años. La razón que atrae a los miles de surfistas que visitan la zona cada años es su ola mareal, más conocida como “The Bono”.

En los meses de noviembre y diciembre, como consecuencia de las lluvias torrenciales, el río asciende cargado y choca contra el agua del mar en el periodo de mareas altas, formando la gran ola. La ola “The Bono” puede alcanzar los 5 metros de altura y recorrer el curso del río a una velocidad de 40 kilómetros por hora, llegando incluso a alcanzar los 60 kilómetros por hora. Así, esta ola es considerada como la más larga del mundo.

Solo los más valientes se atreven a surcar esta ola, en la cual te puedes encontrar cualquier tipo de obstáculo flotando en medio del agua. Solo algunos de los grandes como Bruno Santos o Dean Brady pueden decir que han conseguido sacarse un tubo en este spot.

Eisbach (Munich)

Hemos hablado de bahías, desembocaduras… pero, ¿te imaginas surcar las olas en el centro de una ciudad? En Munich es posible. Desde el año 2010 está permitido hacer surf en el río Eisbach, un pequeño afluente del Isar. Ya desde los años 70 muchos eran los atrevidos que surcaban las aguas del Eisbach, y esto presionó a las autoridades para legalizarlo. Además, vieron una oportunidad turística y quisieron aprovecharla. A día de hoy, Múnich se ha convertido en una de los principales destinos de surf del mundo, a pesar de encontrarse a 500 kilómetros aproximadamente de la costa. Es tal el revuelo que ha causado este spot entre los apasionados del surf, que durante la época estival es común ver a surfistas haciendo cola en la rivera del río esperando a que llegue su turno para coger la ola.

Seguro que mientras estabas leyendo el párrafo de arriba has sentido el impulso de coger un vuelo a Múnich y conocer de primera mano esta curiosa ola, pero ¡ojo! La peligrosidad de este spot es muy alta debido a la gran velocidad que alcanza su cauce, a los muros de las orillas (no es un río que sorprenda por su anchura) y a las rocas situadas en el fondo. Solo los más experimentados pueden atreverse.

Pororoca, Amazonas (Brasil) 

El río más largo del mundo, el Amazonas, en su desembocadura en el océano Atlántico, crea una de las olas más temibles y destructivas del planeta, llamada la Pororoca. Esta ola se genera cuando la marea creciente del océano se encuentra con la corriente descendente del Amazonas, este choque crea una ola capaz de recorrer el cauce del río durante decenas de kilómetros en dirección contraria.
El término Pororoca proviene del tupí-guaraní, una lengua muerta de la zona, y significa “gran estruendo”. El fuerte sonido que produce el choque de las aguas alerta a los habitantes de la zona de lo que está por ocurrir, y a los surfistas los pone en alerta para coger su tabla y lanzarse a la aventura de conquistar la ola del Amazonas.
El gran problema de la Pororoca es que arrasa todo lo que encuentra a su paso hasta que consigue volver a la calma, causando el terror de los que allí viven.

Los apasionados del surf que vayan a Brasil para cabalgar esta ola deben conocer previamente todos los peligros que ello conlleva: velocidad feroz, restos de residuos arrastrados por el agua… Surcar la Pororoca se convierte en una experiencia de riesgo extremo.