Surfista rescata bañista en la playa de la Barceloneta

Jordi Forner con su tabla de surf rescató a José Alonso en la Playa de la Barceloneta
Juanferpt
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04-11-15

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Jordi Forner, un surfista barcelonés de 37 años muy conocido en el mundo del surf catalán, rescató a José Alonso, un bañista de cerca de 70 años, el martes 3 de noviembre de 2015, en la Playa del Paseo Marítimo, una de las Playas de la Barceloneta, cuando había sido arrastrado a más de 250 metros de la orilla por el fuerte temporal que azotó el litoral catalán en los últimos días.

Alertado por un paseante, Forner, que se encontraban en la playa junto con otros surfistas, se lanzó al mar con su tabla de surf para auxiliar a Alonso. Tras aproximarse al bañista en apuros, le subió sobre su tabla de surf y le condujo hasta la orilla aprovechando con gran pericia una ola. Una vez en tierra, el bañista rescatado fue atendido por los bomberos y los facultativos del Servei d'Emergències Mèdiques y, tras un pequeño chequeo, se fue a casa por su propio pie.

No es la primera vez que un surfista rescata a un bañista que se ahogaba en las playas de Barcelona. Ni tampoco en cualquier playa del mundo. Recordemos las palabras del jefe de policía de la ciudad californiana de Newport Beach en 1925 tras el rescate de 12 pescadores por parte de Duke Kahanamoku, que rescató a 8 con su tabla de surf, y otros 2 surfistas, calificando los esfuerzos de esta leyenda del surf como "el rescate más sobrehumano con una tabla de surf jamás contemplado por el mundo". Así nació la tradición por la que los socorristas siempre tienen listas tablas de surf para sus rescates.

Se da la circunstancia de que este rescate de un bañista en apuros con una tabla de surf por un surfista experimentado sucede en pleno conflicto entre las autoridades municipales y los surfistas barceloneses por las banderas rojas en las playas, que les impide entrar en el agua, bajo multa de 750 a 1.500 euros, precisamente cuando el fuerte temporal genera grandes olas, muy apropiadas para surfear.

"En verano no se nos permite compartir espacio con los bañistas porque se nos considera una embarcación, y en invierno, cuando ya no hay zona balizada, si ondea el rojo, nos exponemos a que nos echen del agua porque entonces sí somos como los bañistas. O sea, o podemos hacer daño a los demás o nos podemos hacer daño a nosotros mismos", comentaba a los medios Jordi Forner, propietario de la tienda Locals Surf Barceloneta y ahora convertido en surfista rescatador, en octubre de 2015 cuando se inició la polémica de las banderas rojas.