El surf, un deporte que sigue yendo más allá de las olas del mar

La posibilidad de practicar tu deporte favorito sin tener que depender de que se den las condiciones óptimas atrae a cualquiera.
Cesar Alvarez
Cesar Alvarez

09-11-22

Surf nomad

Roaming the globe with a surfboard and a laptop, crafting digital stories that ride the wave of surfing culture.

Así es, muchos de los que lo practican, hablan de este deporte como una forma de conectar con la naturaleza. La gran mayoría han reconocido sentir en alguna ocasión este vínculo.

Es cierto que no es el deporte más extendido, o quizás el más accesible, y aún en la actualidad, millones de personas admiten no haber intentado jamás surfear una ola.

Aunque se trata de un deporte que nació en el mar, en ocasiones se ha intentado mover de allí. Prueba de ello son las primeras piscinas de olas artificiales que se remontan al siglo XIX, cuando se electrizó un lago para generar ondulaciones.

El fundamento inicial para la aparición de éstas era el poder transmitir por televisión los eventos, cuyos patrocinadores, eran los principales interesados en que se celebraran, ya que su dependencia absoluta por las condiciones meteorológicas les impedía fijar un horario para su retransmisión.

Puede que este sea un claro ejemplo de ese impulso que nos mueve a querer imitar continuamente a la naturaleza, o incluso pretender superarla.

Pero la posibilidad de practicar tu deporte favorito sin tener que depender de que se den las condiciones óptimas atrae a cualquiera. En cambio, muchos de los amantes de este deporte defiende que surfear en una piscina de olas artificiales no es, ni más ni menos, que una “traición” al mar.

Esa sensación de no saber cuándo será la próxima ola, incluso si volverás a coger una ese día, o el pasarte horas intentando leer el mar y aprender a anticiparte a sus continuos cambios. Es algo incomparable.

Dicho esto, las piscinas de olas artificiales siguen siendo noticia a día de hoy.  Una revolucionaria tecnología para generar olas artificiales, radicalmente distinta a las conocidas hasta ahora, llega con la apertura de Surf Lakes en las cercanías de Queensland, Australia.

Los responsables, Surf Lakes Holdings Ltd, una empresa australiana, están desarrollando un nueva tecnología de generación de olas a base de ondas concéntricas. Produciendo una variedad de olas que imitan muy de cerca a las olas naturales del océano, usandolo un menor costo de energía por ola en comparación con otras tecnologías.

El objetivo de Surf Lakes es llevar el surf a las masas de todo el mundo. La piscina de olas se apoya en un émbolo gigante en su centro, de 1400 toneladas, que genera un pulso cada seis segundos para enviar el agua ondeando en todas direcciones.

El ángulo del fondo del lago hace el resto, provocando que rompa la ola más o menos “seca”. Hasta 240 surfistas por hora de diferentes habilidades pueden disfrutar de la experiencia, evitando la necesidad de ejecutar sesiones separadas para nuevos pilotos y los experimentados.

Se supone, por tanto, que las mencionadas piscinas nunca reemplazarán para algunos al océano. Aunque para muchos otros es un avance, que tras un periodo de adaptación y si éstas siguen adelante, afortunada o desgraciadamente, permitirá una nueva generación de surfistas que tendrá la posibilidad de surfear sin haber visto jamás el mar.

En cambio “5 wakes” Surf Lakes, es un proyecto avalado por surfistas de la talla de Barton Lynch, ganador del título ASP World Tour, y actualmente conocido como uno de los mejores entrenadores de surf del mundo, y comentarista experto en grandes eventos, y Mark Occhillupo, embajador de su propia marca, surfista desde los 9 años, campeón del mundo en 1999 y en el top 16 mundial, actualmente.

Con esto hay que decir que no se trata de un punto de inflexión en el surf, y que hay surfistas veteranos que apoyan el concepto de piscina artificial, y nuevos deportistas que defienden el vínculo con el mar por encima de cualquier avance tecnológico.

El surf es un apasionante deporte, cuya popularidad está creciendo en todo el mundo. Sin embargo, su accesibilidad sigue siendo limitada, por lo que menos del 1% de la población mundial ha probado el surf.

“5 wakes” Surf Lakes permitiría a los aficionados de este deporte hacerlo mucho más de lo que lo hacen ahora, y dejaría sin excusas a los que no lo han probado aún , ya que genera olas de todas las alturas, y niveles de dificultad, quedando éstas diferenciadas por colores para que los surfistas principiantes y los surfistas de olas avanzados puedan aprovechar al máximo su experiencia.